El segundo episodio de la quinta temporada de Black Mirror tiene la narrativa más cercana a lo que sucede actualmente con las redes sociales. «Smithereens» presenta el lado negativo de estar literalmente pegado a la pantalla de un smartphone o inclusive echarle solo una ojeada mientras estamos realizando algo importante.
En el inicio del episodio el problema no es tan evidente. Solo vemos a un sujeto que secuestra a un joven, quien a su parecer es un ejecutivo de «Smithereens», se lo lleva lejos de la ciudad y le pide que lo comunique con el dueño Billy Bauer. No transcurre mucho tiempo para que el secuestrador se entere que solo ha tomado como rehén a un becario, nadie importante que pueda comunicarlo con su objetivo.
Sin embargo, cuando el joven rehén trata de explicarle que es imposible que él pueda hacer algo, Christopher (el secuestrador) no veo otra salida más que obligarlo a llamar a recursos humanos y exigirles que si no lo comunican con Billy Bauer lo matarán.
En un comienzo lo toman como una broma, pero cuando ven que se trata de una amenaza real, la empresa contacta al equipo de Billy Bauer, quien se encuentra en Estados Unidos. El equipo intenta manejarlo todo en conjunto con el FBI y la policía británica pero todos los intentos son fallidos. Solo les queda buscar Billy Bauer quien se encuentra en un retiro de silencio en las montañas.
Tras el fracaso del equipo empresarial y de la policía, Billy Bauer decide contactarse con Christopher y preguntarle qué es lo que quiere. Christopher le cuenta su historia. Le habla de la muerte de su novia y de los pasajeros de otro auto mientras manejaba. Todo a causa de que se le ocurrió chequear una notificación de «Smithereens». ¿Les suena familiar?
Billy cree que le está echando la culpa e inclusive admite que no pensaba que su empresa iba a crecer tanto al punto de no dejarle tener vida propia. Por su parte, Christopher no está interesado en escucharlo solo quería hablar con él porque quiere que haga que su app deje de ser adictiva y así evitar este tipo de accidentes. El final es ambiguo porque todo indica que deja ir al joven después de haber hablado con Bauer y él se suicida, aunque no lo vemos en pantalla.
Creo que ya saben a qué se refiere este episodio. Especialmente situado en Londres 2018, es una situación, me refiero a la adicción a ver el smartphone todo el tiempo, que vivimos cada día. Este tipo de comportamiento inocente puede causar grandes accidentes y cambiarle la vida a la gente.
Más que una crítica a los creadores de las redes sociales y las apps creo que es una crítica a nosotros mismos y un llamado al autocontrol. No es normal estar revisando el celular todo el tiempo. Quita tiempo, crea ansiedad, causa insomnio y como lo ejemplifica el episodio de Black Mirror nos distrae causando, en algunos casos, tragedias.