El penúltimo episodio de la octava temporada de Game of Thrones titulado «The Bells» dejó sorprendidos a muchos ya que la narrativa de la historia parece estar siendo forzada. Primero, tenemos a una Daenerys destrozada por la reciente pérdida de Missandei para luego ser rechazada por Jon Snow. Hecho que según vemos la vuelve más fría teniendo como consecuencia la ejecución de Varys por haberla traicionado. Pero eso es solo el comienzo ya que su meta final es tomar King’s Landing con «Fuego y Sangre».
Y así sucede, primero destruye toda la flota de Euron con bastante facilidad. Algo casi ilógico si tenemos en cuenta que en el episodio anterior, cuando tenía a Rhaegal fue derrotada rápidamente.
Una vez destruída la amenaza del mar se dirige a King’s Landing con Drogon donde termina destruyendo a The Golden Company. Pasan unos momentos de tensión para luego escuchar las campanas de rendición y cesar el ataque pero Daenerys se lo toma personal y su rostro lo dice todo, así que comienza a arrasar con todo sin importarle si son civiles.
En ese momento se convierte en «The Mad Queen» que, en mi opinión, no tiene mucho sentido ya que durante las últimas siete temporadas hemos visto cómo el personaje de Daenerys es concebido como una de las heroínas de la serie.
¿Será que los productores están arruinando Game of Thrones? Aquí les dejo algunas de mis opiniones.