Una experiencia paranormal

No todos creen en la vida después de la muerte. Mucha gente supone que existe algo después de morir, pero ¿ cómo saberlo?. Algunas personas narran sus experiencias sobre como murieron y regresaron a la vida. Un paro cardíaco, ahogamiento, una contusión son algunas de las probables causas que pudieron desencadenar ese efecto de » estar en un túnel yendo hacia la luz». Personalmente no lo he experimentado, pero creo firmemente que hay algo más allá. Y solo lo averiguaré el día que muera.

Esa frase que muchos repiten de «la vida es corta» es cierta. Nadie sabe cuando va a morir, puede ser en cinco minutos, en cinco meses o en cinco años. Así que ante tal incertidumbre dejamos de pensar en la muerte, que solo puede estar a la vuelta de la esquina. Nos peleamos por tonterías y guardamos rencores absurdos, sin saber que puede ser la última vez que veamos a ese amigo, a ese familiar, a ese desconocido.

Hasta el día de hoy la única persona cercana a mi que ha muerto es mi abuelo. Viví con él durante toda mi niñez. Sé que lo quise mucho, pero nunca lloré cuando murió. Quizás fue un dolor muy grande que simplemente se apagó. Lo anecdótico es que aun siento que está vivo. Y no me refiero a esas típicas frases : «Siempre vivirá en tu corazón» o » siempre vivirá en tu mente». Sino que realmente siento que es un ángel de la guarda acompañándome.

El día del velorio, sentí una enorme curiosidad de verlo, conocer como lucía y como olía. No percibí el olor de la muerte, si es que la muerte huele. Solo respiré el olor de las flores casi marchitas que estaban a su alrededor. Parientes de todos lados fueron a verlo. Parece que fue una persona muy querida. Y como nunca falta pretexto para festejar no faltó un par de hermanos ( los últimos que le quedaban) quienes se pusieron a brindar con copa en mano por su partida. Como toda seudo celebración postmorten terminaron borrachos y en el suelo. Uno de los hermanos se cayó de la silla golpeándose la cabeza. Felizmente, no pasó a mayores, no había espacio para más drama, ni para otro muerto más, este velorio ya tenía dueño.

Aquella vez fue la única en que estuve cerca a un cadáver y ese cadáver resultó ser mi abuelo. No me dio miedo, más me intrigaba saber qué pasaría después de la muerte. ¿ Me estará oyendo?, ¿ su alma estará acá?,¿ se habrá ido al paraíso? o ¿ al infierno?, ¿ qué hay después de la muerte?… nadie lo sabe hasta que muere.

Lo que aun me da vueltas en la cabeza es que la noche en que murió, yo no lo sabía, no fue sino hasta la mañana siguiente en que él mismo vino a decírmelo. Estaba en ese estado entre dormida y despierta cuando sentí que alguien estaba parado al lado de mi cama. Me desperté derrepente y lo vi, lo vi agitar su mano y decirme adiós, no sin antes  advertirme que cuidara de mi abuela. Todo pasó muy rápido, volví a despertar y mi papá me tocó la puerta de mi dormitorio. Le dije que pasara, pero no habló. Solo atiné a decir:» Mi abuelo ha muerto».

Días antes me fui a despedir, debido a su condición la familia esperaba que muriera en cualquier momento. Cuento esto porque últimamente siento que alguien va a morir, ojalá no sea una persona cercana a mi. Pero si tienen parientes enfermos o tienes rencillas con alguien espero que puedan hacer las paces. Siempre es mejor irse en paz con todos, ya que la muerte nos visita cuando menos queremos que venga.

Y si por casualidades de la vida me muero yo, por favor, no lloren, celebren. Porque para mí la muerte es un regalo, es una etapa de la vida y esa fe me hace creer que sí hay un más allá.



    Leave Your Comment

    Your email address will not be published.*